Los Domingos por la mañana

Y sí, soy consciente de que aquí son las 12.30 ya y en España las 13.30, pero qué le vamos a hacer.

Los Domingos por la mañana siempre han tenido cierto encanto para mí. Supongo que está ligado al hecho de que era el único día de la semana que pasaba entero con mis padres cuando vivía con ellos, ya que trabajaban el resto de la semana. Sí que hay una cosa que no echo de menos y es mi madre pasando la aspiradora, pero por lo demás... Me gusta poner la lavadora y abrir todas las ventanas para que corra el aire por la casa. Me encanta entrar en mi habitación y el olor a aire limpio. Además, creo que el aire sólo tiene ese olor los Domingos por la mañana.

Después de levantarme he ido al mercado a comprar algo de fruta. Los caprichos de la naturaleza que rigen este país, Irlanda del Norte, han querido que, cuando salí de mi casa, estuviera seco y que, en los 3.5 min que tardé en llegar a mi establecimiento local, pasaran las siguientes cosas: llover, granizar y nevar, acompañado con fuertes ráfagas de viento. Cuando salí de la tienda, ya había parado y para cuando llegué a mi casa hasta hacía sol. Claro que una hora después se puso a nevar otra vez, pero ahora ya hace sol otra vez... Todas las estaciones en un sólo día.

Ayer intenté ir a ver la película 300 con toda la intención de dedicarme hoy a ofreceros una reseña. Comprobé cuidadosamente el horario y fecha en internet, confirmando que el Sábado 17 de Marzo, pasarían la susodicha película a las 17.30. Cuando llegué al cine, fui informada por la persona en taquilla, que en realidad sólo pasaban la película los jueves. "La página web es confusa" me dice. Perdona, la página web no es confusa, es que está mal! En fin, que volví a casa muy decepcionada. Me tentó ver Ghostrider, pero había que esperar una hora y no me apetecía nada. Tendré que volver el jueves, sniff.