Acabo de ver la película "Mrs Potter", sobre la vida de Beatrix Potter, escritora de cuentos para niños sobre animales que llevan levitas con botones dorados. La película es simple y encantadora, como se podía esperar. Apta para pasar una tarde tranquila de Sábado. El tipo de películas que te dan ganas de escribir.
Lo cierto es que he escrito bastante en el último año y casi nadie lo sabe. Lo que he escrito no lo ha leído nadie ni quiero que lo lea nadie. Quizá sea porque es demasiado personal, o quizá porque es demasiado malo, quién sabe. La realidad es que escribí esas cosas sólo para mí. Y lo cierto es que nunca he escrito nada que valga demasiado la pena. No, no peco de modestia, por aquellos que nunca han leído nada de lo que he escrito. Gracias a dios la mayoría de la población mundial está comprendida en ese grupo.
Pero hoy recordé con alegría que sí que escribí algo que valió la pena. Hace unos años, cuando murió mi tía, escribí unas pocas líneas que mi padre me pidió para leer en el "entierro" (mi tía fue incinerada). Toda la familia estaba ahí y dudo mucho que ellos lo entendieran o compartieran, pero mi padre me dijo que lo que había escrito era verdad. Mi padre leyó lo que había escrito sobre mi tía y comprendió del mismo modo que yo que era cierto. Me alegra pensar que, al final, cuatro líneas que escribí sobre alguien querido contaron para algo para al menos una persona (que no fuera yo) y que eran ciertas.
Heaven Exists
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